Los países asiáticos, su situación política, económica y social, y su relación con México.

La región de Asia-Pacífico está en constante crecimiento. El flujo comercial más importante a nivel mundial se presenta en esta región, siendo China el principal exportador e importador de bienes de todos los países asiáticos. La característica más importante de la dinámica regional es que, pese a sus diferencias culturales, el diálogo entre naciones se ha incrementado, lo cual ha favorecido la creación de mejores acuerdos, tales como tratados de libre comercio; el último que se firmó fue entre China y Corea del Sur. Así también se fortalecen los espacios donde convergen dudas y soluciones al intercambio de bienes, tales como el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, ASEAN+3.


El crecimiento tecnológico de países como China, Corea del Sur, Japón, Rusia, Singapur, los Emiratos árabes Unidos, es sin duda, una de las mayores oportunidades que pueda aprovechar México. Las reformas que el año pasado fueron impulsadas, pueden favorecer la inversión de estos actores claves en el sector energético y de telecomunicaciones.

Las relaciones políticas de los países del este y sur este de Asia tienen sus diferencias debido a conflictos regionales, estos tienen su raíz a finales del siglo XIX y el siglo XX, los cuales aún no encuentran una solución favorable. Los conflictos están relacionados a la jurisdicción de islas, tales como las Kuriles, Spratly, Dokdo/Takeshima, las Senkaku/Daiyou, así como delimitaciones fronterizas, como el conflicto entre India o Pakistán por la zona de Cachemira. Si bien, estos problemas pueden afectar las relaciones de estos países, todavía falta un largo camino para que las naciones asiáticas encuentren una solución favorable para estos conflictos.

La región de Asia Central es rica en recursos energéticos, su importancia reside en su valor geoestratégico situado entre grandes potencias como Rusia, China y la India. Los países que conforman esta zona, están en busca de consolidar su independencia y resolver los problemas internos. Si bien, China y Rusia han ejercido gran influencia en la región con la Organización de Cooperación de Shanghái, estos países buscan diversificar sus relaciones, lo que genera una oportunidad para México en impulsar una mayor presencia en esta zona.

La región de Asia Occidental está formada por Medio Oriente y la península arábiga, de ambas zonas podemos resaltar a los Emiratos árabes Unidos, su desarrollo en el sector energético, financiero, turístico y de infraestructura, los han posicionado en un actor clave dentro de esta región y por el cual, México debe prestar mucha más atención.

Históricamente se ha contemplado a Asia Central dentro del contexto de su situación en la encrucijada entre Oriente y Occidente, enclavada entre grandes imperios y fronteriza con zonas de conflicto e inseguridad como Afganistán, la provincia china de Xinjiang e Irán. Aunque la región fue más bien ignorada durante la guerra fría, su vitalidad y su importancia han sido redescubiertas al poco tiempo.

En todo momento se reconoce que Asia Central es un actor importante en el tema de la energía del Caspio, una de las vías de la seguridad energética de China, el terreno en el que Rusia desarrolla sus políticas de fuerza y una zona de tránsito para las actividades delictivas y el fanatismo religioso que se han visto llevadas al límite en Afganistán.

Todo ello provoca que Asia Central se vea implicada en varios conflictos en los que los actores externos compiten por obtener influencia y, en última instancia, el acceso a sus recursos. La pugna por el control de los recursos regionales se pone a menudo de manifiesto en los acuerdos bilaterales y multilaterales, tanto económicos como militares, que se negocian con los países de Asia Central.

Aunque nadie piensa que los países de fuera de la región puedan dictar las condiciones de los acuerdos, las élites regionales han demostrado que pueden superar la contraposición de intereses si así obtienen provecho, a menudo de forma personal. Por eso se suele considerar que el Estado de Derecho, el gobierno corporativo y la transparencia en las operaciones comerciales son elementos prescindibles si se trata de intereses nacionales.

El ámbito del poder político ya no se reduce a las actuaciones estatales sino que incluye la capacidad de los países de influir en los intereses comerciales y eludir el control policial sobre la esfera económica, sin aumentar la inestabilidad a corto plazo. Observando por separado las actividades de China, Rusia y EEUU se podría afirmar que cada uno de esos países ha contribuido a mantener el statu quo de las repúblicas de Asia Central. Para acceder a los recursos e infraestructuras han dado prioridad a los mecanismos de negociación que creen que les permitirán ir aumentando su influencia en la región.

En Asia hay más diversidad de pueblos que en cualquier otro continente. Dichos pueblos se hallan muy concentrados en una pequeña porción del área continental, principalmente en el sur y el este de Asia. La densidad media de población en las zonas septentrionales e interiores, al igual que en la mayor parte del suroeste de Asia, es inferior respecto al resto de las regiones del continente asiático, sobre todo las zonas litorales.

Mongolia tiene la menor densidad de población de todos los países del mundo (menos de 2 hab/km2). Los habitantes de estas áreas viven sobre todo en los oasis de río, como sucede en Tashkent, donde la densidad de población es bastante alta.
En Siberia, los núcleos de población se localizan principalmente en las zonas situadas a lo largo de la línea férrea del Transiberiano y sus ramificaciones.
En Asia oriental, el Sureste asiático y la mayor parte de Asia meridional, los habitantes se apiñan en zonas relativamente pequeñas de las llanuras ribereñas. La densidad de población puede sobrepasar los 4.000 hab/km2. Singapur es el país más poblado del mundo, con una media de más de 4.400 hab/km2. En China, el 90% de sus 1.185 millones de habitantes se concentran en el tercio oriental del país. Incluso en países muy industrializados, como Japón, la mayoría de los habitantes viven en las limitadas y escasas zonas llanas, donde se encuentran las ciudades más grandes.

FUENTES:

http://www.excelsior.com.mx/opinion/mexico-global/2016/09/12/1116321

http://www.asiared.com/es/economia.php

http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/patrimonio/2017/01/11/mexico-y-asia-historica-relacion-comercial

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